Sinónimo
Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre
Juan 2, 13-25
La televisión es un medio de comunicación de masas que ejerce una influencia considerable sobre la opinión pública. Las telenovelas gozan de una gran popularidad y atraen a millones de espectadores en todo el mundo. Por lo tanto, la elección de grabar una telenovela en el recinto de una iglesia puede tener un impacto significativo en la percepción que el público tiene de la religión.
La Iglesia Católica, como institución, representa un lugar sagrado para sus fieles. Es un espacio de reunión, oración, reflexión y celebración de la fe. En consecuencia, se espera que la iglesia sea tratada con el respeto y la reverencia que merece.
La transformación de un templo católico en un escenario para la producción de telenovelas constituye, una profanación de su carácter sagrado: Pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones Jeremías; 7, 11. Se traduce en la conversión de un sitio de adoración en un mero lugar de espectáculo. Lo cual equivale a comercializar la religión y convertirla en un producto más del mercado de las cosas: ¡La Iglesia como el gran mercado!
Esta práctica es injusta, ya que los grandes comerciantes, con los recursos necesarios son quienes pueden costear el uso de un templo católico para tales fines, mientras que los comerciantes comunes carecen de dichos medios. Esto perpetúa la desigualdad social y la discriminación.
Los vendedores, sin distinción de su condición económica, requieren de espacios para vender sus productos y ganarse la vida. Sin embargo, la conversión de una iglesia en un set de grabación para telenovelas impide que estos comerciantes accedan a dicho espacio.
Es fundamental que el clero comprenda que tal conversión, puede tener un efecto negativo en la percepción de la comunidad hacia los católicos. Las telenovelas, siendo obras de ficción, presentan una imagen distorsionada de la religión. El uso de un templo católico para estos fines, podría contribuir a una mayor secularización de la sociedad, distanciando a la gente de sus creencias religiosas.
Utilizar lugares de culto para la producción de telenovelas y cerrarlos al público plantea dilemas éticos significativos. Mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la estáis convirtiendo en una cueva de ladrones. Mateo 21:13
Las iglesias representan espacios sagrados para los individuos, y su empleo para entretenimiento, control e incluso “idiotización” es una falta de respeto, ofensa, sacrilegio y crimen hacia las creencias religiosas de la comunidad, con el potencial de herir los sentimientos de los fieles y debilitar la relación entre la iglesia y sus seguidores. Además, la decisión suele estar impulsada por consideraciones económicas y comerciales en lugar de respeto por las creencias y el bienestar de la comunidad, lo que es insensible y egoísta: Pero Jesús le dijo: ¡Judas! ¿Con un beso me traicionas a mí, el Hijo del hombre? Lucas 22:48-53
La conversión de un templo católico en un centro de telenovelas no solo representa una profanación que la casa de Dios, también un acto de discriminación por lo tanto es un atentado contra la espiritualidad del pueblo de Tlacolula, un delito de lesa espiritualidad. Es esencial evaluar con detenimiento las consecuencias de tales decisiones y explorar alternativas que respeten la sacralidad de los lugares de culto como las necesidades de la comunidad.
No se por que hablan mal de su pueblo, si bien se sabe que hasta en el vaticano se han grabado películas, yo opino que entrevisten al párroco y que las personas se enteren realmente lo que sucede en su iglesia, pero al parecer ni a misa van ustedes